La “pobresidad” infantil es un problema en más de 800.000 hogares valencianos

El índice de obesidad entre los niños de entre 5 y 14 años se duplica en las familias con rentas más bajas

El 65 % de los menores no ingiere las cinco frutas y verduras recomendadas por los especialistas

El 65 % de los niños valencianos no toma las cinco frutas y verduras recomendadas.

El 65 % de los niños valencianos no toma las cinco frutas y verduras recomendadas. / JM López

Lluís Pérez

Lluís Pérez

Comer mejor está ligado a la renta económica de las familias. Es la principal conclusión del estudio Evaluación Nutricional de la Población Infantil, presentado por el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana, que determina que dos de cada cinco hogares valencianos -es decir, 800.000 en toda la autonomía- sufre “pobresidad” infantil; es decir, que los menores sufren sobrepeso debido a la baja capacidad económica de sus hogares. 

El estudio determina que el porcentaje de obesidad infantil se duplica en los hogares con rentas más bajas. En las familias con una renta menor a 12.000 euros, la mitad de los menores de entre 5 y 14 años (el 50 %) tienen sobrepeso, frente al 23 % de niños con obesidad que se registra en las familias con rentas superiores a los 36.000 euros.  “Podíamos intuir que había una relación entre la renta y una buena alimentación, pero no sabíamos que la diferencia era tan drástica”, explicaba el presidente de Codinucova, Luis Cabañas, en la presentación de un estudio realizado durante los últimos dos años. 

El Colegio de Dietistas y Nutricionistas presentó el informe en Las Naves de València

El Colegio de Dietistas y Nutricionistas presentó el informe en Las Naves de València / ED

La investigación ha analizado los datos de peso y talla y las medidas antropométricas de 700 niños, residentes en dos barrios de València con diferente poder adquisitivo y muy próximos entre sí: San Marcelino y la Fuente de Sant Lluís. Los datos los han tomado directamente los responsables del estudio, es decir, no se han basado en la información aportada por los participantes en el estudio porque siempre suelen "reducir su peso o aumentar su altura" cuando responde a las preguntas, sin la pertinente medición.

Otros datos relevantes sobre la alimentación de la población infantil valenciana son que el 65 % de los menores no ingieren las cinco piezas diarias de fruta y verdura recomendadas, que un tercio consume más azúcar del recomendado solo en el desayuno y que el 86 % de ellos necesita mejorar su alimentación por no seguir el patrón de la dieta mediterránea. Más allá de los hábitos alimentarios, el estudio determina que el 30 % de los niños y niñas no realizan ningún tipo de práctica deportiva -el 75 % de los que lo practican no supera las 3,5 horas semanales recomendadas- y que el tiempo medio diario de exposición a las pantallas es de entre dos y tres horas. Por ejemplo, el dato de los niños que toman bollería industrial en el desayuno -lo hace el 34,5 %- es superior al que toma verduras más de una vez al día, que se quedan en el 30,9 %

¿Comer bien es caro?

Una de las principales causas de una mala alimentación infantil es la facilidad de acceso a los alimentos ultraprocesados, fomentado también por la alta difusión de este tipo de productos a través de la publicidad y las redes sociales.  Por eso, según la escala Fies, dos de cada cinco hogares tienen una inseguridad alimentaria leve: es decir los progenitores están preocupados por no poder comprar comida. Tanto es así, que en una de cada cuatro familias han decidido comprar o comer menos alimentos. Además, el 6 % de los hogares padece una inseguridad moderada y severa, es decir, “que tienen riesgo en el acceso a alimentos en calidad o calidad suficiente”, apunta Cabañas. 

"Hay una falsa creencia porque se puede comer bien y barato -, comenta Cabañas - Necesitamos información y una estructuración de la alimentación". Para ello hacen falta profesionales -dietistas y nutricionistas- aunque, en la actualidad, la sanidad pública no cuenta con este tipo de profesionales de manera extendida. Solo hay 16 en toda la sanidad pública valenciana. Según el especialista, hay tres claves: "saber, querer y poder comer mejor" y eso pasa por "empoderar a la población".

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